La Comisión de Expertos para la Transición Energética aboga por suprimir 11.000 millones de euros de la tarifa de la luz, lo que son los denominados peajes, que no tienen que ver con lo que es el suministro eléctrico (generación, distribución y transporte de la electricidad) y traspasarlos a los Presupuestos Generales del Estado.
Según adelanta el diario El País, estos 11.000 millones proceden de las primas a las renovables (más de 7.000 millones de euros), el pago de la deuda eléctrica, el llamado déficit eléctrico y los costes extrapeninsulares, entre otros.
Los expertos, para no romper el equilibrio presupuestario, pretenden ingresar esos 11.000 millones a través de nuevos impuestos al carbono. Concretamente, la Comisión plantea subir un 28% el impuesto de gasóleo y un 10% el de la gasolina, así como el IVA ente un 1% y un 1,3% de ambos carburantes. De esta manera, compensaría los 11.000 millones de los peajes en los PGE.
A pesar de esa supresión de los peajes del sistema eléctrico, la tarifa no verá una caída tan abrumadora. ¿Por qué? Porque los nuevos impuestos al carbono incidirán en el precio del gas, y por tanto en el precio de la electricidad ya que parte de la misma se genera con ciclos combinados.
Aun así, los expertos vaticinan que el precio de la electricidad caería un 6,8%, algo que beneficiaría a todos los consumidores domésticos y mejoraría sustancialmente la competitividad de la economía española, además de dar una señal inequívoca de descarbonización.
¿Y qué pasa con el carbón y la nuclear? Los expertos creen que a día de hoy para 2030 seguirán siendo necesarias tanto el carbón como la energía nuclear y los ciclos combinados. Si se eliminase el carbón y la nuclear, el precio de la luz se dispararía un 25% aproximadamente por cada una de las tecnologías.