El Partido Popular (PP) español se quedó solo ayer en el Parlamento Europeo defendiendo la estafa del impuesto al sol. Ni siquiera sus colegas conservadores se pusieron de su lado, dejando a la cohorte de Rajoy en el más absoluto de los ridículos, capitaneados por el comisario de Energía y Acción contra el Cambio Climático, Miguel Arias Cañete. Los eurodiputados, por mayoría aplastante, aprobaron una enmienda en virtud de la cual se tira por tierra el el Real Decreto 900/2015, de 9 de octubre, que impulsó el ministro ‘papeles de Panamá’, José Manuel Soria, y por el que se imponían tasas a quienes instalaran en sus casas placas solares fotovoltaicas. Un Real Decreto que, con toda la oposición en contra en el Congreso de los Diputados, únicamente se mantiene por el acuerdo entre PP y Ciudadanos.
Así las cosas, el Europarlamento no ha podido ser más claro: el consumo de electricidad de fuentes renovables de producción propia que permanece dentro de los locales de los usuarios no han de “estar sujetos a impuestos, tasas o tributos de ningún tipo”. Una decisión que, incluso, pone en entredicho una polémica sentencia del Tribunal Supremo, que pasa así a sumarse al paseíllo del ridículo.
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