7 ene 2025

Nueva megabatería hecha en Alicante a partir de componentes reciclados y pensada para alquiler

Durante la I Cumbre Europea Mediterránea de la Batería celebrada en el Puerto de Alicante, la startup alicantina GDV Mobility presentó G-One, su “megabatería” de 7 MW que, según la empresa, «destaca por ser la más barata, rentable y segura del sector». Se trata de una batería de 7 MW creada con componentes reciclados, diseñada y construida por GDV. “Las baterías refabricadas permiten una significativa reducción de costos sin sacrificar rendimiento, ofreciendo una alternativa más económica y respetuosa con el medio ambiente”, explica Germán Agulló, CEO de GDV. La empresa estima una reducción económica de entre el 40 al 60% en comparación con una batería convencional.

Cuenta con 484 módulos de 14 kW e incorpora un sistema contraincendios modular por inundación compartimentada que, en caso de incendio en algún módulo, garantiza que este se aísle y se extinga automáticamente, lo que impide la propagación a otros módulos.

Se trata de una batería de Ion litio NMC cuya química permite, según la empresa, “una alta capacidad de carga y descarga y mayor densidad energética”.
Su capacidad optimizada de carga y descarga de la batería está diseñada a 0,35 C (2,4 MW) para preservar la vida de la batería, aunque puede alcanzar una capacidad máxima de carga y descarga de 2,5 C (17 MW).
“Nuestra megabatería es compatible con inversores con voltajes de operación que van de 600 a 1500 V, integrados con el sistema de gestión de baterías (BMS)”, explica GDV.

Consta de un diseño modular “con instalación rápida, fácil de conectar y usar, con sistema precableado de fábrica”.

El CEO indicó durante la presentación que no venderá sus megabaterías, sino que permitirá a otras empresas “alquilarlas”.

El presidente de la Autoridad Portuaria destacó que la megabatería, que empezará a operar en breve, “está destinada a alimentar a instalaciones, infraestructuras portuarias y buques” y es la primera de las tres que se prevé instalar en el puerto. En este sentido, Luis Rodríguez ha explicado que “la planta fotovoltaica de 1 MW proyectada generará 1.600.000 KW hora/año que se almacenarán en las megabaterías”.

Tesla bate el récord con 31,4 GWh de sistemas de almacenamiento de energía instalados en 2024

Las cifras de 2024 suponen un salto espectacular respecto al año anterior. En 2023, Tesla instaló 14,7 GWh de almacenamiento de energía, lo que ya era un récord en aquel momento, más del doble que en 2022.

Si se analiza más a fondo el crecimiento, el rendimiento trimestral de Tesla en 2024 superó sistemáticamente los récords anteriores. Solo en el segundo trimestre se registraron despliegues que superaron los 9 GWh, superando el total de todo 2021.

Para ponerlo en perspectiva, las instalaciones de almacenamiento de energía de Tesla en 2020 ascendieron a solo 3,0 GWh. En los últimos cuatro años, la empresa ha logrado multiplicar por diez su capacidad de almacenamiento.

El Megapack de Tesla, un producto de batería a gran escala diseñado para proyectos de servicios públicos, ha sido la fuerza impulsora detrás de esta expansión. La popularidad del Megapack ha aumentado, con importantes proyectos en marcha en Estados Unidos, Europa y Asia. Ha habido varias instalaciones notables en 2024, incluido un proyecto de almacenamiento de energía de 219 MW/877 MWh en Australia Occidental y un proyecto Megapack de 300 MW/1200 MWh en Queensland, Australia.

Se espera que el mercado de almacenamiento de energía continúe su rápido crecimiento en 2025. Tesla podrá satisfacer esta creciente demanda gracias a la ampliación de la producción de Megapack de Tesla en su gigafábrica en Lathrop , California, y en la recién terminada de Shanghái , ambas capaces de producir 40 GWh anuales a plena producción.

4 ene 2025

Hamburgo prohíbe los taxis con motores de combustión interna, diesel o gasolina

La ciudad de Hamburgo, en su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de gases contaminantes, ha puesto en vigor una normativa que exige que todos los nuevos taxis registrados sean de emisiones cero. Esto significa que solo se permitirá la circulación de taxis eléctricos y vehículos de hidrógeno como nuevas incorporaciones al parque de taxis. Sin embargo, existe una excepción: los taxis de gran capacidad, con entre ocho y nueve asientos, tendrán hasta el año 2027 para adaptarse a esta normativa.

Actualmente, de los aproximadamente 3.000 taxis que operan en Hamburgo, alrededor de 700 son eléctricos y unos 30 funcionan con hidrógeno, lo que representa un 24 % del total. Se espera que esta cifra aumente considerablemente con la entrada en vigor de la normativa. No obstante, algunas empresas han decidido adquirir vehículos de combustión antes del cambio, argumentando la falta de experiencia a largo plazo con los vehículos eléctricos y la ausencia de un mercado sólido de reventa para estos vehículos.

A pesar de las dudas iniciales, los expertos han señalado que los taxis eléctricos son altamente efectivos en entornos urbanos. Según Jan Weber, miembro de la junta de Hansa Funktaxi, estos vehículos han demostrado ser fiables para operar dentro de la ciudad. Sin embargo, la situación cambia en áreas rurales, donde la infraestructura de carga sigue siendo limitada, algo que describe como «una catástrofe» en algunas regiones.

Entre las ventajas más destacadas, Weber subraya los costos operativos significativamente menores. Los vehículos eléctricos tienen un menor desgaste de los frenos, y los gastos en mantenimiento e inspecciones son considerablemente reducidos. Esto representa una oportunidad para que las empresas ahorren en gastos operativos a largo plazo, compensando la inversión inicial en tecnología de emisiones cero.

La decisión de Hamburgo de implementar esta política es un ejemplo de cómo las ciudades pueden actuar de manera proactiva para reducir su huella ambiental. Este modelo no solo contribuye al objetivo global de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también fomenta la adopción de tecnologías más limpias, marcando un precedente que podría ser seguido por otras ciudades del mundo.

2 ene 2025

EcoFlow presenta sus nuevas bombas de calor aire-agua

La estadounidense EcoFlow ha lanzado una nueva bomba de calor aire-agua para aplicaciones residenciales. El nuevo producto, equipado con refrigerante R290, está disponible en versiones de 9 kW y 20 kW. El fabricante también ha desarrollado un nuevo calentador de inmersión inteligente que utiliza la energía solar sobrante para calentar agua. Es compatible con todos los sistemas fotovoltaicos de tejado disponibles.

«Gracias a su compatibilidad con los sistemas de almacenamiento solar de la serie PowerOcean, las soluciones de calefacción inteligente de EcoFlow permiten a los usuarios aprovechar el poder de la energía solar para ambientar el hogar y calentar el agua, proporcionando una alternativa sostenible y rentable a los métodos de calefacción tradicionales, como el gas y el combustible», afirmó la empresa.

La bomba de calor aire-agua EcoFlow PowerHeat, equipada con refrigerante R290, está disponible en versiones de 9 kW y 20 kW. El sistema admite conexiones monofásicas y trifásicas.

La bomba de calor más pequeña tiene una capacidad de refrigeración de 1,53 kW a 5,96 kW, mientras que la más grande oscila entre 4,40 kW y 14,40 kW. La capacidad de calefacción oscila entre 3,50 kW y 8,81 kW para el sistema más pequeño, y entre 6,70 kW y 20,36 kW para la versión más grande. La temperatura del agua de entrada es de 30ºC y la de salida, de 35ºC.

A temperaturas del agua más altas, de 50ºC a la entrada y 55ºC a la salida, la potencia calorífica oscila entre 3,15 kW y 7,98 kW para el sistema pequeño y entre 5,80 kW y 18,48 kW para el sistema grande. La temperatura máxima del agua de salida en ambos casos es de 75ºC lo que las hace viables para ser utilizadas con radiadores convencionales.


Además de las nuevas bombas de calor, EcoFlow también ha presentado su nuevo calentador de inmersión inteligente PowerGlow como solución para calentar agua con el excedente de energía fotovoltaica.

1 ene 2025

5 razones para pinchar la burbuja del hidrógeno verde en España

 

La energía catapulta a Aragón

Aragón encara la recta final del año con gran parte de los deberes hechos en materia económica. Las expectativas se han cumplido sobradamente, ya que se han comprometido inversiones por valor de 40.000 millones de euros en áreas que marcarán el futuro como la tecnología, la industria, la logística y la agroalimentación. Se trata de una cifra histórica que da dimensión del atractivo que ya tiene la comunidad para convertirse en un imán para las grandes multinacionales. Aunque esta realidad responde a varios factores, existe uno que ha resultado decisivo: la energía. En el año 2023, Aragón concentró más de la mitad de la nueva potencia eólica instalada en toda España (307 de los 607 megavatios), según el último estudio macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, lo que da una idea de la apuesta de la comunidad por este recurso.

Los Gobiernos de Lambán y Azcón han coincidido, en la práctica, en ese diagnóstico, si bien las energías renovables fueron arma arrojadiza en el campo de batalla de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 cuando el PP cuestionó la forma en las había impulsado el cuatripartido (PSOE, Podemos, CHA y PAR), se mostró muy combativo con su implantación en el territorio e incluso promovió una comisión de investigación que, finalmente, quedó en nada. La victoria electoral del líder popular y su toma de contacto con el potencial que la energía tiene para Aragón esfumó cualquier tipo de contraindicación hacia las renovables.

La energía, por tanto, parece haber hecho de pegamento en una política demasiado acostumbrada a sufrir sobresaltos y a generar tormentas inesperadas a escala nacional. Además, este recurso ha conseguido poner de acuerdo a populares y socialistas en una tierra ávida de desarrollo y sedienta de oportunidades. Así quedó patente también esta misma semana en las Cortes de Aragón, donde los votos del PP, el PSOE y el PAR –precisamente los tres partidos que, de forma intermitente pero sostenida en el tiempo, han estado gobernando la comunidad en las últimas décadas– dieron vía libre a la nueva ley de Energía. El objetivo de la norma es abaratar la factura de la luz para empresas y ciudadanos y atraer nuevas inversiones a la comunidad, además de fomentar el autoconsumo.

La energía, en definitiva, emerge como un recurso que marcará el futuro de Aragón en los próximos años, pero conviene gestionarlo de forma adecuada porque también puede volverse en contra.

España toca mínimos en dependencia energética


España alcanzó en 2023 su menor nivel de dependencia energética del exterior, según un análisis realizado por el Foro Industria y Energía (FIE) y Opina 360 a partir de datos del MITECO. La ratio de dependencia energética se situó, concretamente, en el 68,9 % frente al 70,6 % en 2022, debido a la combinación de un incremento de la producción interior de energía primaria (3,7 %) y, sobre todo, a unas menores importaciones netas de energía (-4,7 %). De hecho, ha sido el año en el que ha sido necesario importar una menor cantidad de energía neta en lo que va de siglo, sin contar el excepcional 2020 por la pandemia.

Según los expertos del FIE, a este descenso de la dependencia energética puede haber contribuido una menor demanda de la industria, tanto por la mayor eficiencia energética como, sobre todo, por la aportación del autoconsumo.

¿Es posible llegar a una dependencia del 50 % en 2030 como prevé el PNIEC?
Analizando los datos de las dos últimas décadas, se observa que el consumo interior de energía acumula una caída del 6,8 % desde el año 2000, a pesar de que el PIB ha crecido un 41,2 %. En este periodo, el descenso de las importaciones netas de energía ha sido más intenso (-14 %), porque una parte importante del consumo energético nacional ha quedado cubierto por la mayor producción interior, que ha subido un 18,9 % en estos años.

Según los datos del FIE y Opina 360, para alcanzar este objetivo, sería necesario reducir un 10,1 % el consumo total de energía respecto a 2023 y prácticamente doblar la contribución de las renovables (90,9%), sobre todo teniendo en cuenta que, con el cierre previsto de algunas centrales, la aportación de las nuclear se reduciría un 38 %.