1 ene 2025

La energía catapulta a Aragón

Aragón encara la recta final del año con gran parte de los deberes hechos en materia económica. Las expectativas se han cumplido sobradamente, ya que se han comprometido inversiones por valor de 40.000 millones de euros en áreas que marcarán el futuro como la tecnología, la industria, la logística y la agroalimentación. Se trata de una cifra histórica que da dimensión del atractivo que ya tiene la comunidad para convertirse en un imán para las grandes multinacionales. Aunque esta realidad responde a varios factores, existe uno que ha resultado decisivo: la energía. En el año 2023, Aragón concentró más de la mitad de la nueva potencia eólica instalada en toda España (307 de los 607 megavatios), según el último estudio macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, lo que da una idea de la apuesta de la comunidad por este recurso.

Los Gobiernos de Lambán y Azcón han coincidido, en la práctica, en ese diagnóstico, si bien las energías renovables fueron arma arrojadiza en el campo de batalla de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 cuando el PP cuestionó la forma en las había impulsado el cuatripartido (PSOE, Podemos, CHA y PAR), se mostró muy combativo con su implantación en el territorio e incluso promovió una comisión de investigación que, finalmente, quedó en nada. La victoria electoral del líder popular y su toma de contacto con el potencial que la energía tiene para Aragón esfumó cualquier tipo de contraindicación hacia las renovables.

La energía, por tanto, parece haber hecho de pegamento en una política demasiado acostumbrada a sufrir sobresaltos y a generar tormentas inesperadas a escala nacional. Además, este recurso ha conseguido poner de acuerdo a populares y socialistas en una tierra ávida de desarrollo y sedienta de oportunidades. Así quedó patente también esta misma semana en las Cortes de Aragón, donde los votos del PP, el PSOE y el PAR –precisamente los tres partidos que, de forma intermitente pero sostenida en el tiempo, han estado gobernando la comunidad en las últimas décadas– dieron vía libre a la nueva ley de Energía. El objetivo de la norma es abaratar la factura de la luz para empresas y ciudadanos y atraer nuevas inversiones a la comunidad, además de fomentar el autoconsumo.

La energía, en definitiva, emerge como un recurso que marcará el futuro de Aragón en los próximos años, pero conviene gestionarlo de forma adecuada porque también puede volverse en contra.