Gracias a sus recursos naturales, su reserva de talento y su infraestructuras, España y Portugal están en una posición privilegiada para acelerar la reindustrialización de Europa e impulsar la expansión continental de fuentes de energía renovable competitivas. Esta es la conclusión principal del análisis realizado por la Iniciativa Ibérica de Industria y Transición Energética (IETI), que subraya el papel destacado de España y Portugal en las estrategias europeas para lograr un futuro más sostenible, autónomo y competitivo.
La IETI ha lanzado su perspectiva sobre el camino de Europa hacia la reindustrialización y la competitividad a través de la transición energética en el contexto del Foro Económico Mundial (WEF), celebrado en Davos (Suiza), un análisis que ha sido presentado en una sesión de trabajo con la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera; así como con los CEO y presidentes de diversas empresas miembros de IETI como BBVA, EDP, Iberdrola, Moeve, Naturgy, Repsol y Santander, además de socios senior de la consultora McKinsey & Company.
Según el análisis de McKinsey & Company -recogido por Europa Press-, en vista de la ola de desindustrialización y pérdida de competitividad en Europa "la transición energética representa tanto un desafío como una oportunidad para que el continente cierre la brecha de productividad con las regiones líderes".
Oportunidad histórica para España y Portugal
Dentro de la urgencia de actuar con inmediatez, el análisis de IETI señala que, "gracias a sus recursos naturales, su reserva de talento y su infraestructura existente, España y Portugal están en una posición privilegiada para acelerar la reindustrialización de Europa y convertirse en hubs estratégicos de industrias críticas".