Científicos del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados predicen que para el año 2030, muchas ciudades europeas se enfrentarán a niveles de contaminación atmosférica muy por encima de los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea.
Mientras que muchos europeos hoy en día ya viven en zonas contaminadas, las condiciones empeorarán en ciertas ciudades, si no se toman medidas significativas para detener el deterioro y velar por la salud pública.
"Demostramos el potencial de contaminación que existe, la necesidad de nuevos controles de emisiones para lograr que el aire tenga niveles seguros de calidad y que la legislación actual no funcionará", dijo el investigador Gregor Kiesewetter, quien dirigió el estudio. Y agregó que: "La contaminación del aire tiene un gran impacto en la salud humana, contribuyendo a las enfermedades pulmonares y cardíacas”.
El aire polucionado de París podría tener consecuencias devastadoras: siendo una de las ciudades más grandes de Europa, la contaminación podría poner en peligro a más de 12 millones de personas, en la capital francesa y sus suburbios. Si bien ya se están tomando varias medidas tendientes a mejorar la calidad de su aire, los científicos creen que esto no será suficiente, ya que los niveles de contaminación parisinos han llegado a superar en varias ocasiones a los de la súper polucionada Pekín.
Madrid (que figura en el mapa en riesgo Alto de contaminación para 2030) es otra de las ciudades que tomó medidas similares recientemente, ante la crisis de polución que se vivió en diciembre pasado, que lograron reducir los niveles de smog y al mismo tiempo levantaron una enorme ola de quejas entre los madrileños.
En definitiva, si no se cambian las metodologías de control, la legislación y sobretodo el chip de los ciudadanos y políticos europeos, será bastante trabajoso respirar en muchas ciudades de Europa en apenas 13 años y revertir esta situación o evitarla nos compete a todos.