Con el precio de la electricidad en máximos históricos en España por culpa de un esquema de profunda ineficiencia, cuesta pensar en una revolución que se lleve por delante una gran parte de los esquemas que hemos conocido durante nuestra vida y que nos aboque a un auténtico cambio de modelo, a la llegada de la energía barata o gratuita, a la era de la abundancia energética.
Y sin embargo, son cada vez más las señales que indican que la energía va a protagonizar la siguiente gran revolución: la llegada de lo que algunos empiezan a denominar enernet, una red de energía dinámica, distribuida, redundante y multi-participativa construida alrededor de la generación, almacenamiento y entrega de energía limpia. Una idea de la que se lleva hablando ya bastantes años, que viene a suponer la aplicación del modelo de internet a la generación de energía eléctrica, y que se asienta, como no podía ser de otra manera, en el avance de la tecnología y en la evolución de una ley de Swanson que ya no puede seguir ignorándose.
No prestar atención a esos cambios y perpetuar los esquemas ineficientes que nos han traído hasta aquí es cada día más insostenible y, sobre todo, más irresponsable. La revolución de la energía está siendo contemplada ya por muchos como la próxima gran frontera, y está, desde un punto de vista tecnológico, ya a la vuelta de la esquina. Con el precio de la energía por las nubes en España en estas fechas, es el momento de traer este tema a la mesa de discusión.