Greenpeace ha analizado el impacto sobre la recuperación económica y en concreto sobre la factura energética de los hogares de una alta aportación de energías renovables (95% de la producción) para 2030. El informe La recuperación económica con renovables ha demostrado cómo las renovables son la fórmula de un futuro sostenible, tanto para el medio ambiente como para la economía y los ciudadanos. Vamos, que si el Gobierno quiere crear empleo y facilitar la vida de los ciudadanos, debe renunciar a su apuesta por mantener energías sucias, caras y peligrosas como la nuclear, el carbón y el gas, así como a las prospecciones de petróleo y el fracking y devolver el liderazgo al desarrollo de las energías limpias y el ahorro de energía.
La población más vulnerable estaría entre los más beneficiados por un modelo eléctrico basado en renovables, pues supondría un ahorro medio de un 34% en la factura energética de los hogares frente al año 2012. Solo en la factura de la luz el consumidor pagaría un 25% menos.
Pero, a pesar de tener las soluciones a nuestro alcance, el ministro Nadal nos dice que nos apretemos el cinturón… vamos, ¡que tenemos razones de sobra para estar cabreados con la subida de la luz!