Científicos europeos investigan como embalsar aire, —igual que se hace con el agua en la energía hidroeléctrica–, como una especie de batería capaz de almacenar energía renovable.
Los investigadores del proyecto de investigación RICAS 2020, auspiciado por la UE, tienen en mente todas las partes del mundo donde las cavernas selladas en desuso podrían ser usadas como sitios de almacenamiento.