Crear una ultra red eléctrica que una Europa, permitiendo que fluya desde el sur hacia el norte la energía generada con el sol, y en sentido contrario la producida en el Mar del Norte con los grandes aerogeneradores eólicos, nos acercaría mucho más al objetivo de descarbonización que la Unión se ha marcado.
Se complementaría con la generación de hidrógeno con energías renovables y el almacenamiento con bombeo, las otras dos patas de esta ecuación que propone el físico y exdirector general de MADE Antonio de Lara*.
Para España supondría, además, la llegada de grandes inversiones para instalar fábricas en las que obtener productos para la nueva economía ecológica.