12 abr 2021

Las fuentes de energía convencionales (carbón, gas, nuclear e hidoeléctrica) son mucho más caras de lo que se pensaba

Un nuevo estudio del grupo de expertos RethinkX encuentra que las centrales eléctricas convencionales que funcionan con combustibles fósiles e hidroeléctricas están enormemente sobrevaloradas por las principales organizaciones de analistas del mundo. El informe dice que están sobrevalorados a tal grado que los billones de dólares de inversión en estas industrias podrían equivaler a una «burbuja» similar a la burbuja inmobiliaria de hipotecas de alto riesgo cuyo colapso desencadenó la crisis financiera de 2008.

Los asombrosos hallazgos implican no solo que las energías renovables como la solar, la eólica y el almacenamiento en baterías son mucho más baratas de lo que se creía, sino que ya están superando al carbón, el gas natural, la energía nuclear y la hidroeléctrica. Sin embargo, este hecho ha sido enmascarado por cálculos distorsionados basados ​​en una métrica fundamentalmente incorrecta: el costo nivelado de la electricidad’ (LCOE).

El nuevo informe del grupo de expertos en tecnología independiente RethinkX, titulado The Great Stranding: Cómo las estimaciones inexactas de la corriente principal de LCOE están creando una burbuja de un billón de dólares en los activos de energía convencional está escrito por el científico social ambiental Adam Dorr, investigador en RethinkX, y Tony Seba, cofundador del think tank y profesor de disrupción tecnológica en la Universidad de Stanford.

Su nuevo análisis investiga la ciencia en torno al LCOE de una planta de energía convencional, que básicamente mide el costo promedio de generación de electricidad durante toda la vida útil de la planta, incluidos sus costes de construcción y operación.

“El carbón, el gas, la energía nuclear y la hidroeléctrica ya no son competitivas con la combinación de SWB [solar, eólica y batería], incluso si se utilizan cálculos de LCOE convencionales inexactos”, observa el informe de RethinkX. «La energía solar y eólica alcanzaron la paridad de costos y se volvieron más baratas que el carbón, el gas, la energía nuclear y la energía hidroeléctrica varios años antes de lo que informaron los principales analistas».