Según BloombergNEF, es poco probable que la transición energética se estanque, ya que los avances tecnológicos, los compromisos corporativos y las fuerzas del mercado continúan impulsando el avance.
Ha sido un gran año para la transición energética. Por un lado, las instalaciones de energía limpia sin precedentes, los avances en las tecnologías de almacenamiento de energía y la mayor implementación de los créditos fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos sugieren que la transición energética está ganando impulso. Mientras tanto, 2024 trajo consigo desafíos de localización, conflictos geopolíticos y, por primera vez, una temperatura media global superior en 1,5 °C a los niveles preindustriales.
Se espera que la inversión en energía limpia y nuevas tecnologías climáticas crezca de manera sostenida. La reciente salida de varios bancos norteamericanos de la mayor alianza climática del sector ha suscitado inquietudes sobre el compromiso del sector con los objetivos de cero emisiones netas, pero muchos bancos ya han esbozado planes de transición integrales, lo que demuestra su disposición a transitar por la transición energética. Sigue siendo poco probable que reduzcan sus esfuerzos para mitigar el riesgo climático o aprovechen las oportunidades que ofrece la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. La pregunta crucial en estos momentos gira en torno a cómo los bancos y los inversores pueden abordar estos desafíos y aprovechar las oportunidades de crecimiento sostenible.