La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte de que el cierre programado de las centrales nucleares en España supondrá un aumento de la dependencia de las centrales de gas para generar electricidad a menos que haya un incremento de almacenamiento que permita dar flexibilidad a las renovables.
En su informe anual sobre el mercado global de la electricidad publicado este viernes, la AIE analiza la actualización que se hizo en 2024 del plan nacional para la energía y el clima, que contempla un incremento del 35% de la demanda de electricidad para 2030 respecto a 2019, que estaría cubierta en un 81% por renovables.
Tras recordar que el programa de cierre de las nucleares todavía en servicio prevé el final de la actividad de Almaraz I en 2027, Almaraz II en 2028, Ascó I y Cofrentes en 2030, señala que "a menos que haya un incremento en el almacenamiento, se incrementará la dependencia del sistema eléctrico de los ciclos combinados" alimentados por gas.
Una cuestión que -constatan los autores del estudio- ha reavivado la controversia sobre los mecanismos de capacidad.
Precios negativos
A ese respecto, recuerdan que el pasado año por primera vez se registraron precios negativos en España por la aplicación de las normas actualizadas en 2023 sobre el funcionamiento del mercado eléctrico.
En su informe, la agencia estima que después de que la demanda eléctrica en España creció al 2 % en 2024 tras dos años de caídas va a seguir ascendiendo a un ritmo casi equivalente del 1,9 % entre 2025 y 2027.
Será la cadencia de progresión más importante entre los grandes países europeos.
Para la Unión Europea, los autores del informe estiman que la demanda progresará a un ritmo medio del 1,7 % entre 2025 y 2027 (fue del 1,4 % en 2024), con lo que no se alcanzará al menos hasta 2027 el nivel al que se había llegado en 2021.
En la UE las renovables, que dieron un tirón del 8,4 % el pasado año, van a seguir progresando rápidamente (al 7,2 % de media entre 2025 y 2027), lo que permitirá no solo compensar el cierre de centrales de combustibles fósiles (de carbón, pero también de gas) sino responder al ligero repunte de la demanda.