Por encargo de la cooperativa alemana de energía verde Green Planet Energy, la consultora Enervis investigó los efectos potenciales de las bombas de calor y los vehículos eléctricos sobre los precios de la electricidad, las reducciones de CO₂ y el uso de fuentes de energía renovables. El estudio Flexibler Einsatz von Wärmepumpen und E-Fahrzeugen: Analyse der energiewirtschaftlichen Vorteile (Uso flexible de bombas de calor y vehículos eléctricos: análisis de las ventajas energéticas) analiza y cuantifica los conocidos efectos del uso de coches y bombas de calor para aumentar la flexibilidad de la red eléctrica y concluye que un control operativo específico, orientado, entre otras cosas, a tarifas eléctricas dinámicas, puede hacer que «la transición energética sea más eficiente en general y la electricidad más asequible para todos», según Carolin Dähling, responsable de política y comunicación de Green Planet Energy.
El consumo de energía se desplazaría deliberadamente de las horas punta habituales de mañana y tarde al mediodía. Un comunicado de Green Planet Energy afirma que no hay desventajas para los hogares afectados: «Los controles inteligentes garantizan que las bombas de calor precalienten, por ejemplo, mediante almacenamiento intermedio». En el caso de los coches eléctricos, es posible especificar la hora a la que deben cargarse sus baterías.
El estudio identifica resultados concretos alcanzables con este planteamiento: El número de horas con precios negativos de la electricidad podría reducirse una media de 110 al año entre 2025 y 2035, con los correspondientes efectos en la rentabilidad de los sistemas eólicos y fotovoltaicos. La cantidad de energía perdida por paradas podría reducirse en seis teravatios hora al año, «y también disminuiría el uso de centrales de gas natural, caras y perjudiciales para el clima».