3 may 2024

"Si no levantamos un muro de aranceles del 50% la invasión de coches chinos puede ahogar a la industria europea"


Con las puertas de Estados Unidos
cerradas a los fabricantes de coches chinos, estos quieren inundar Europa con sus productos. La amenaza para la industria europea del automóvil es real, pero para proteger a los fabricantes europeos de los precios agresivos de las marcas chinas, Europa tendría que levantar un muro de aranceles gravando cada coche con un impuesto del 50%, según un estudio del Grupo Rodhium y del que se ha hecho eco el Financial Times.

Una investigación de la Comisión Europea iniciada en octubre podría conducir a un aumento de los derechos de aduana sobre los vehículos chinos importados en Europa.

Actualmente fijados en el 10%, la UE podría aumentarlos hasta el 30%. El problema, aseguran desde la consultora, es que aún con un impuesto del 30%, para muchas marcas chinas les seguiría siendo rentable vender en Europa. Es más, se podrían incluso permitir el lujo de no subir los precios a pesar de los impuestos.

"Para que el mercado europeo dejara de ser atractivo para los exportadores chinos de vehículos eléctricos, probablemente serían necesarios aranceles del 40-50%, incluso más elevados para fabricantes integrados verticalmente como BYD", explican desde Rodhium.

No podemos olvidar que las importaciones de coches eléctricos procedentes de China, incluidos los de fabricantes no chinos con factorías allí (Tesla, BMW, Grupo Volkswagen, Volvo, etc), aumentaron de 1.600 millones de dólares en 2020 a 11.500 millones en 2023.

La cuota de mercado de las marcas chinas se multiplicó por cuatro en ese periodo, hasta alcanzar el 8% el año pasado. Según estimaciones del grupo de presión Transport & Environment, se prevé que este año la cuota de mercados de coches fabricados en China alcance el 11% y llegue al 20% en 2027.

1 may 2024

Los costos de las baterías se han desplomado un 90% en menos de 15 años, impulsando el cambio de energía renovable

Las fuentes de energía renovables como la solar y la eólica se han vuelto significativamente más baratas que los combustibles fósiles en los últimos años. Sin embargo, su naturaleza intermitente ha dificultado su adopción generalizada como fuentes confiables de energía. Afortunadamente, este obstáculo podría superarse pronto debido a la caída de los costos del almacenamiento en baterías, como se describe en un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

El informe "Baterías y transiciones energéticas seguras" de la AIE revela que se prevé que los costos de capital para los sistemas de almacenamiento de baterías caigan hasta un 40 por ciento para 2030 . Esta importante reducción de costos hará que la combinación de energía solar y eólica con almacenamiento en baterías sea más asequible que construir nuevas plantas de energía de carbón o gas en muchas partes del mundo.

La rápida caída de los precios de las baterías ya está permitiendo el despliegue de más microrredes renovables y sistemas solares domésticos en áreas que carecen de acceso confiable a la red. Para 2030, la AIE proyecta que los costos de electricidad para estos sistemas combinados con baterías podrían caer casi un 50 por ciento.

En general, el informe prevé sextuplicar la capacidad mundial de almacenamiento de energía para 2030, y las baterías representarán el 90 por ciento de ese crecimiento. El almacenamiento de energía hidroeléctrica por bombeo representaría la mayor parte del 10 por ciento restante.

El informe revela que la capacidad de fabricación se ha triplicado sólo en los últimos tres años. Si bien China produce actualmente la mayor parte de las baterías, el 40 por ciento de la producción de baterías nuevas anunciada está prevista para economías avanzadas como Estados Unidos y la Unión Europea.

Esta expansión de fabricación proyectada será crítica, ya que la inversión total en baterías en todas las aplicaciones se disparará casi un 400 por ciento a 1,2 billones de dólares para 2030 en el escenario más ambicioso de la AIE. Esto duplicaría la participación de las baterías en la inversión total en energía limpia en solo siete años.

NZIA: la ley clave de la independencia energética de la UE

El objetivo de la Net-Zero Industry Act, norma aprobada por el Parlamento Europeo el pasado jueves, es acelerar la transición que debe conducir a la UE hasta la neutralidad climática. La NZIA, que es un Reglamento, plantea así medidas para; 

(1) simplificar los procedimientos de concesión de autorizaciones y el marco regulatorio en general y 

(2) incentivar la inversión (en un entorno así más amable) en una lista de tecnologías clave. 

El objetivo concreto que persigue esta norma es que la capacidad UE de fabricación estratégica global de tecnologías Cero Neto en Ceodós alcance "al menos" el 40% de las necesidades anuales de despliegue de esas tecnologías en la Unión de aquí a 2030. Ahora mismo, por ejemplo, la UE no produce ni el 10% de las obleas o los lingotes con los que se fabrican las placas solares. O sea, que su dependencia supera el 90%.

El Reglamento sobre la Industria de Cero Emisiones Netas es una de las tres iniciativas legislativas clave del Plan Industrial del Pacto Verde (junto con el Reglamento de Materias Primas Críticas y la reforma de la configuración del mercado de la electricidad). El objetivo de todas ellas es, según el Consejo, "mejorar la competitividad de la industria europea de cero emisiones netas y respaldar una transición rápida hacia la neutralidad climática".

A más tardar cuatro años a partir de la fecha de entrada en vigor del presente Reglamento y posteriormente cada tres años, la Comisión llevará a cabo una evaluación del presente Reglamento y presentará un informe sobre sus principales conclusiones al Parlamento Europeo, al Consejo y al Comité Económico y Social Europeo.

Los bajos precios de la electricidad amenazan la inversión verde

El mes de abril comenzó registrando, por primera vez en la historia, precios negativos en el mercado mayorista diario. Concretamente, entre las dos y las cinco de la tarde del pasado 1 de abril, el megavatio hora (MWh) estuvo a -0,01 euros, según OMIE. La caída de la demanda y unas condiciones climáticas que favorecen la generación eólica e hidráulica, han provocado una situación de bajos precios que, según las previsiones, se mantendrá en el tiempo.

Desde el sector se muestran preocupados. José María González Moya, director general de Appa Renovables, explica que se está produciendo un doble desequilibrio: "entre oferta y demanda, por un lado, porque estamos incorporando potencia renovable, pero no desaparecen otras unidades de generación y la demanda se está contrayendo, y entre tecnologías, por otro lado, ya que la única que se está desarrollando al nivel que prevé el PNIEC es la fotovoltaica en su vertiente de venta a red y en autoconsumo, mientras que otras que no están sujetas a generación solar como la eólica, la hidráulica o la biomasa, se encuentran paralizadas o muy por debajo de su ritmo de instalación".

González Moya afirma que los precios cero o negativos "es un problema que la Asociación lleva denunciando desde 2019" y advierte de que, si esta situación se mantiene durante mucho tiempo y se convierte en tendencia, "podrían darse quiebras de compañías y huida de inversiones".

Ante la falta de confianza de que la situación revierta en el corto plazo, ya son muchos los inversores que, según apuntan algunos expertos, se están moviendo hacia otros mercados. Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), confirma que los precios actuales "no están dando señales de que sea interesante invertir en nueva generación porque, ahora mismo, hay demasiada".

Ante la falta de confianza de que la situación revierta en el corto plazo, ya son muchos los inversores que, según apuntan algunos expertos, se están moviendo hacia otros mercados. Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), confirma que los precios actuales "no están dando señales de que sea interesante invertir en nueva generación porque, ahora mismo, hay demasiada".
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Si España consigue solventar todos estos retos en el medio plazo, apunta Torres-Quevedo, "estará en una posición única e inmejorable para consolidar el proyecto país con atracción de industria de alto valor añadido, debido a la posibilidad de ofrecer la energía más competitiva de Europa".

30 abr 2024

La electricidad será en España en la década 2024-2033 más barata que en Francia y en Alemania

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acaba de publicar su último Boletín Anual de Mercados a Plazo de Energía Eléctrica en España (Balance 2023), un documento en el que repasa los precios mayoristas de la electricidad habidos en España durante 2023. 

¿Primera conclusión? El precio medio del megavatio hora en el mercado mayorista español ha descendido (desde los 167,53 euros de 2022 a los 87,10 € de 2023) casi cincuenta puntos (-48,1%). ¿Segunda conclusión? Las últimas cotizaciones disponibles en el mercado a plazo para los contratos anuales de 2024 -señala la CNMC- anticipan unos precios medios del mercado diario en España todavía más bajos que los registrados en 2023. 

Y más aún: los precios futuros van a seguir siendo en España en torno a un 30% más bajos que en Francia y Alemania durante... toda la década 2024-2033.

España y Portugal arrasan en la primera subasta de hidrógeno europea: estos son los siete proyectos ganadores

Ya se conocen los resultados de la primera subasta del hidrógeno renovable europea y no ha podido salir mejor para los intereses españoles.

Tres de los siete proyectos seleccionados son españoles. Se trata de El Alamillo H2 de Benbros Energy, Hysencia de DH2 Energy y Catalina, de un holding de CIP, Enagás Renovable y Fertiberia.

En total, el Banco del Hidrógeno ha repartido 720 millones de euros, de los cuáles 263 millones han recaído en España, es decir el 36,5% de lo otorgado.

El otro país agraciado es Portugal, con dos proyectos más y 329 millones de euros, de los cuales 245 millones han ido a parar a uno sólo, el Madoqua Power2X, en el que también está CIP, la holandesa Power2X y la lusa Madoqua.


Los siete proyectos seleccionados fueron los ganadores de una subasta con exceso de solicitudes que atrajo 132 ofertas en total. La gran mayoría de las solicitudes fueron aceptadas y procedían de 17 países distintos, siendo España, de largo, el país que más proyectos presentaba con un total de casi 3.000 MW de capacidad de producción.

Juntos, los postores ganadores planean producir 1,58 millones de toneladas de hidrógeno renovable en diez años, evitando más de 10 millones de toneladas de emisiones de CO2.

Y lo harán gracias a la capacidad de producción de 1.500 MW de electrolizadores. De los que 595 MW son en España.

Todos ellos deberán empezar a producir hidrógeno renovable en un plazo máximo de 5 años a partir de la firma del acuerdo de subvención, que recibirán en forma de prima fija durante un máximo de 10 años para la producción de hidrógeno renovable.

La Comisión tiene previsto poner en marcha una segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno a finales de año que se basará en las lecciones aprendidas de esta subasta piloto y también consultará a las partes interesadas antes de iniciar la próxima licitación.

29 abr 2024

Manifiesto de las comunidades energéticas

Una treintena de comunidades energéticas (CEs) de toda la geografía nacional ha firmado en El Prat (Barcelona) el Manifiesto para vivir la Transición Energética juntos y en comunidad, un texto en el que

(1) denuncian el bloqueo que mantiene el Gobierno "en muchas de las actividades que la regulación europea les reconoce" (el Ejecutivo no ha traspuesto aún dos directivas relacionadas con las CEs que abren la puerta a esas actividades);

(2) piden ser declaradas "de interés público" para así poder facilitar su tramitación, tal y como recogen esas directivas; y

(3) reclaman "un marco objetivo, transparente y favorable que garantice el derecho de poseer, establecer, adquirir o arrendar redes de distribución y gestionarlas autónomamente en su zona de operaciones".

Con las comunidades energéticas, por primera vez en el marco de la larga cadena de la energía, los ciudadanos tienen la oportunidad de participar en ella por decisión propia soberanamente y al margen de las grandes empresas que conforman el sector energético. Si el mercado energético concentra el poder en pocas manos, la normativa en torno a las comunidades energéticas debe dar ventajas y proteger a aquellos que permiten la participación de nuevos actores.