En España solo hay 5 GW de potencia fotovoltaica
instalada. La que otrora fuera una potencia mundial en energía solar ha
visto como le adelantaban por la derecha Alemania, con 38,6 GW, y ahora Reino Unido, con 9,5 GW. Aquel boom español de hace una década se quedó para la historia, cercenado por los sucesivos recortes. O no.
De entre las energías renovables, la fotovoltaica es quizá una de las
que mejor perspectiva tiene para desarrollarse y las empresas
extranjeras saben que antes o después la revolución solar volverá a
España.
“Tenemos claro que nuestra inversión fotovoltaica en España no va a depender de la política energética del Gobierno de turno, ya que, visto lo visto, puede cambiar cada cuatro años”, señala Martínez Hermida, “por eso huimos de las subvenciones,
queremos ir al modelo de EEUU o de Chile, a modelos donde triunfa el
PPA (power purchase agreements o Acuerdos de Compra de Energía), con un rating credit apropiado”