El mercado eléctrico estadounidense cubrirá el
14% de la demanda eléctrica con los sistemas fotovoltaicos hacia 2030 y
el 27% en 2050, además de significar 400 mil millones de dólares de
beneficios ambientales y de salud pública en el país hacia este último
año, según se afirma en un estudio conjunto realizado por el Laboratorio
Nacional de Energías Renovables (NREL, por sus siglas en inglés) y el
Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab), ambos
pertenecientes al Departamento de Energía (DOE).
El estudio, titulado Los beneficios ambientales y de salud pública de lograr altos penetraciones de la energía solar en Estados Unidos,
está relacionado con la iniciativa Sun-Shot, puesta en marcha por el
DOE en 2011 con el objetivo de que para 2020 la electricidad
fotovoltaica tenga un costo competitivo respecto de la generada de
manera convencional.