Hace poco más de una década existía una floreciente industria en
Europa que fabricaba módulos solares, y España la lideraba, pero la
producción china vendía tan barato que casi acabó con ella. Ahora, algunos empresarios
se están atreviendo a volver a poner en marcha factorías mucho más
tecnológicas y capaces de competir con los gigantes asiáticos en precios. Son pocas, pero apuntan tendencia.
China es el principal proveedor de paneles fotovoltaicos de Europa.
Sus precios son el motivo principal de su éxito, pero las políticas
europeas antidumping permiten ahora que entren nuevos competidores al
mercado.
En Zamora, Ávila, Málaga, Canarias, Valencia… En
diferentes puntos de nuestra geografía comienzan a funcionar
fábricas fotovoltaicas cuyo mercado inicial es el español, pero con el
objetivo de la exportación a gran escala.
“Se está produciendo un nuevo
renacer del sector fotovoltaico al albor de nuevas instalaciones y del
‘esperable’ desarrollo del autoconsumo”, explica José Donoso, director
general de UNEF, “las
nuevas empresas estiman como muy positivo que va a haber un nuevo
mercado nacional y la segura expansión internacional, señal de madurez
del sector, además la capacitación tecnológica y en I+D+i en España es
muy alta, y de una forma u otra van a venir nuevos aires al sector”.