La historia demuestra que la batalla
entre las eléctricas y sus clientes que quieren adoptar sistemas de
almacenamiento fotovoltaico en sus hogares ha sido y sigue siendo una
constante en Estados Unidos (EEUU) y en otras muchas partes del mundo
(véase España, por ejemplo). Sin embargo, para al menos una eléctrica no
hay conflicto. Se trata de Green Mountain Power (GMP), la
eléctrica del estado de Vermont, la cual dice estar convencida de que
las baterías proporcionarán beneficios tanto para los clientes como para
la red.
La semana pasada GMP anunció
que había comenzado la instalación de sistemas de baterías de
almacenamiento residencial Powerwall, de litio-ion, de Tesla a sus
clientes, siendo la primera eléctrica en EEUU en hacerlo. La
compañía ofrece la Powerwall en tres modalidades: una en la que el
cliente posee y opera la batería, otra en la que el cliente posee la
batería, pero permite que GMP pueda acceder a ella para los servicios de
la red, y una tercera mediante la cual el cliente arrienda la batería a
GMP que mantiene la propiedad y su uso.
Bajo estas dos últimas modalidades, la
eléctrica utiliza las baterías para contrarrestar los picos de la
demanda y otros servicios de la red. Bajo todos los supuestos las
baterías se pueden utilizar para suministrar energía de reserva para los
clientes en caso de cortes, y GMP señala que dejará de utilizar las
baterías en el caso de que se produzcan tormentas, a la espera de que el
cliente dé su visto bueno a su uso.