Bruselas cree que esta iniciativa contribuirá a alcanzar los objetivos de reducción de emisiones y de lucha contra el cambio climático establecidos por la Unión Europea, sin que por ello se altere la competencia en el mercado europeo.
En concreto, el plan italiano servirá para desplegar alrededor de 1.300 megavatios (MW) de capacidad adicional en la generación de energías renovables.