Si la Unión Europea (UE) quiere cumplir con las condiciones establecidas en el Acuerdo de París de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80-95% en comparación con los niveles de 1990 para el año 2050, los Estados miembros tienen que actuar con rapidez, y actuar ahora, en el inicio del proceso de descarbonización, según un informe publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
El informe de la AEMA destaca que los Estados miembros de la UE requieren una transición bien planificada lejos de la generación de energía intensiva en carbono y apostar de una forma más decidida por las tecnologías renovables, e insta a los gobiernos al desmantelamiento generalizado de las plantas de combustibles fósiles en todo el continente.
El informe, titulado La transformación del sector energético de la UE: evitar un lock-in de carbono, examina específicamente que no hay tiempo que perder si la UE quiere desempeñar su papel en ayudar a limitar los aumentos de la temperatura global por debajo de los 2 grados Celsius en 2050.
En la mayor parte de la UE, un gran número de plantas de energía de combustibles fósiles se están acercando al final de su vida, y el informe calcula que la sustitución de las plantas por otras iguales sería incompatible con los objetivos climáticos de la UE. En su lugar, las contaminantes centrales térmicas deben ser reemplazadas lenta y sistemáticamente por fuentes de energía más limpias, como la solar y eólica.