En una instalación doméstica lo común es instalar 2 ó 3 kW para estar conectado a la red. ¡Ojo! Esto no sirve para estar aislado. Se trata de una instalación sencilla. Nosotros no recomendamos poner baterías a día de hoy, aunque hay que estudiar cada caso específicamente.
Hablamos de una vivienda sin baterías y conectada a la red. El cliente hace su vida normal. Las energías renovables cubren la mayor parte de su día a día. Cuando no es suficiente, toma la energía de la red. A su vez, el exceso de producción no consumida se vierte a la red. De este modo el balance energético resulta neto y como resultado no tiene que comprar energía cada mes.
Esta instalación ideal puede llegar a ser amortizada en 7 años gracias a tener una buena instalación eléctrica. Hacer inteligente la red eléctrica de la vivienda es una inversión y un ahorro.
La batería de respaldo puede tener sentido o no, depende del caso. En GFM nos encargamos de hacer el estudio pertinente para determinar si es necesario. Afectan muchos factores como: la ubicación, antenas, sombras, árboles, instalación…