El 99% de los autobuses completamente eléctricos (que no híbridos) del mundo están en China. Hablamos de una flota de 350.000 vehículos y creciendo. Son, ahora mismo, el 17% de la flota de buses de toda China, con algunas ciudades como la gigantesca Shenzhen, de 12 millones de personas, con un transporte público completamente acaparado por este tipo de vehículos.
Son unas cifras impresionantes, tanto que ya hay expertos que están atribuyendo a China el poder de estar invirtiendo la curva del coste y el crecimiento de los vehículos eléctricos, convirtiéndolos en un bien más asequible.
Ahora, según un reciente análisis de Bloomberg, esto va a tener repercusiones claras en el mercado del petróleo: para finales de 2019 los buses eléctricos chinos van a erradicar una demanda de 270.000 barriles de petróleo diarios, y para 2040 estaremos hablando de 6.4 millones de barriles menos cada día. Si a día de hoy el mundo consume 99 millones de barriles diarios, estamos hablando de muchísimo ahorro sólo gracias a un escaso porcentaje del transporte de China.