Una de las tecnologías clave para la transición energética es el almacenamiento. Pese a que hay muchas opciones existentes en el mercado, como los sistemas de bombeo hidráulico o las sales fundidas para plantas termosolares, no son alternativas para uso doméstico en combinación con autoconsumo. Con el Real Decreto que se ha anunciado aprobar en abril no solo se incluirá la supresión del ‘impuesto al sol’, efectivo desde octubre pasado, se abre la puerta a este nicho de mercado que todavía tiene mucho recorrido en España y que es la combinación perfecta para un suministro eléctrico de 24 horas al día.
Por el momento, el autoconsumo con almacenamiento no es una elección mayoritaria, entre otras cosas por los altos precios que todavía tiene esta tecnología, pero ¿cuándo será competitiva? “Para saberlo hay que tener en cuenta los precios de las materias primas y todo lo relativo a ellas tiene un margen de error importante”, explica a este diario José Antonio Alfonso, responsable del segmento commercial building en Eaton España, una compañía internacional especializada en gestión de la energía, “pero sí que es cierto que podemos decir que en 2019 hay una estabilización de los precios. Están ya muy planos, por lo que prevemos que a corto plazo, en dos o tres años, sea más competitiva, incluso estaríamos hablando de una bajada de precios de entre el 5% y el 10%".
“Hay una leyenda urbana que dice que la combinación de autoconsumo con almacenamiento reduce el número de conexiones a red, pero lo que proponemos nosotros es que se pueda dotar a microproductores de un sistema de autoconsumo con almacenamiento, que aunque sean 24 horas autónomos, una comercializadora pueda gestionar sus excedentes en la red en época de mayor demanda”, añade. ¿Eso se traduciría en convertir a esos autoconsumidores en agregadores de la demanda? “Sí, se podría decir que así sería”.
También parece un sucedáneo de balance neto, ¿es posible con la regulación que espera aprobar el gobierno en abril? “Aún no conocemos el texto definitivo, así que es pronto para aventurarse, pero si nos fiamos del que hay en el borrador entendemos que sería posible. La regulación debe evolucionar al ritmo que lo hace la sociedad y las necesidades del mercado, y creemos que esta normativa se adecúa a los nuevos tiempos para el sector”.