Ni la pandemia, con los problemas logísticos que ha acarreado (y continúan coleando) en todo el mundo; ni el efecto rebote de una demanda disparada (que ha encarecido todas las materias primas) han podido con el vigor y la pujanza, globales, del sector renovable, que ha situado 2021 como el segundo mejor curso de todos los tiempos. Según el balance global que publicó ayer la International Renewable Energy Agency (Irena), el parque renovable de generación ha crecido en 2021 un 9,1% y hasta el 81% de toda la potencia eléctrica instalada ese año ha sido marca REN: hidráulica, eólica, fotovoltaica, geotérmica, etcétera, etc.
Así las cosas, las tecnologías renovables han supuesto el 81% de toda la nueva potencia instalada en el año (frente a un 79% de 2020). Y, así, la potencia renovable (sobre el total de potencia global de generación) ha crecido desde el 36,6% registrado en 2020 al 38,3 de 2021. En total, a finales de 2021 había en el planeta potencia renovable por valor de 3.064 gigavatios. Las fuentes renovables más "potentes" son la hidráulica, con 1.230 gigavatios; la fotovoltaica, con 849 gigas; y la eólica, con 825 GW. A continuación irían la bioenergía, con 143 gigavatios; la geotérmica, con 16 gigas; y las energías marinas, con 524 megavatios. Todos los datos referidos hasta aquí proceden de Renewable Capacity Statistics 2022, el balance que sobre el ejercicio 2021 acaba de publicar la Agencia Internacional de las Energías Renovables (International Renewable Energy Agency, Irena).