Los ambiciosos objetivos europeos de cero emisiones netas, la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles rusos, el cambio regulatorio y la creciente confianza de los inversores desbloquearán 42 GW de capacidad vital de almacenamiento de energía. Así lo dice el informe Perspectivas de almacenamiento de energía a escala de red de Europa para 2022 de la firma de investigación Wood Mackenzie.
Europa ha establecido algunos de los objetivos de descarbonización más ambiciosos del mundo. Y el ritmo del cambio se está acelerando: después de la invasión rusa de Ucrania, la Comisión Europea estableció el plan ‘RePowerEU’ para reducir la dependencia energética de Europa del gas ruso antes de 2030.
“El plan propuesto duplicará la participación de las energías renovables en la generación de energía, superando el 60% para 2030. El almacenamiento de energía desempeñará un papel crucial en esa rápida evolución, proporcionando una flexibilidad vital del sistema”, dice Ana Darmani, analista principal de almacenamiento de energía de Wood Mackenzie.
Como resultado, el naciente segmento de almacenamiento de energía a escala de red de la región está creciendo rápidamente. Wood Mackenzie pronostica en su informe que la capacidad total se expandirá 20 veces entre ahora y 2031 y alcanzará los 45 GW/89 GWh para 2031
Solo en 2022, la demanda de almacenamiento de energía a escala de red europea experimentará un fuerte crecimiento interanual del 97 %, con un despliegue de 2,8 GW/3,3 GWh. Esto refleja el nacimiento del almacenamiento de energía como una tecnología de energía convencional.
Durante la próxima década, los 10 principales mercados de Europa agregarán 73 GWh de almacenamiento de energía, lo que representa el 90 % de los nuevos despliegues, figurando España en cuarto lugar con algo más de 8 gigavatios de capacidad de almacenamiento para 2031.