Dejar de depender del oligopolio eléctrico en los tiempos que corren, en plena crisis energética por la guerra en Ucrania, con los precios disparados y con un escenario de recesión planeando sobre la sociedad europea, parece una quimera. Pero en Ballesteros de Calatrava, un pequeño pueblo de algo más de 300 habitantes de Ciudad Real, se están acercando. De momento, una veintena de vecinos y vecinas han conseguido “desconectarse virtualmente” del mercado mayorista y conseguir su independencia energética mediante las energías renovables. Se trata de la primera fase de un proyecto que quiere convertir la localidad entera en el primer “mini-universo” de producción de luz y gas “limpia” de España.
La idea la ha desarrollado la start-up de renovables MasInteligencia junto con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad y la cofinanciación de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava que, a través de las ayudas LEADER del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural, ha contribuido con el 42% del coste.
Mientras que otros consistorios locales la rechazaron, el alcalde de Ballesteros, Juan Carlos Moraleda, no lo dudó: “Será bueno para todos los vecinos”. Este verano ha terminado la primera fase y ya ha arrancado la segunda para conseguir que el pueblo entero sea una isla energética que se abastezca a sí misma en el futuro.
Ahora la luz y el gas que reciben proceden de una micro-red de renovables eléctricas o “mix de generación eléctrica” inteligente y bidireccional. Es decir, sistemas de producción, almacenamiento de energía mediante baterías, pequeños aerogeneradores eólicos, turbogeneradores hidráulicos que usan la energía que producen los sistemas de abastecimientos de agua y también huertos solares, biogás eléctrico y biometano para gas renovable.
“Es una apuesta arriesgada y valiente, pero va a una velocidad extraordinaria y a finales de 2022 queremos contar al menos con un centenar de municipios ya adheridos al proyecto”.