Las emisiones del sector eléctrico se estabilizaron en el primer semestre de 2023 y aumentaron solo un 0,2% (+12 millones de toneladas de CO2) respecto al mismo periodo del año anterior, según recoge el nuevo informe “Global Electricity Mid-Year Insights 2023”, de la consultora de Reino Unido Ember.
Los mayores descensos de emisiones se registraron en la Unión Europea (-17%), seguida de Japón (-12%), Estados Unidos (-8,6%) y Corea del Sur (-3%), como consecuencia de la caída de la generación de carbón, sobre todo en Estados Unidos (-27%) y la UE (-23%), pero también en Japón (-7,4%) y Corea del Sur (-2,5%).
Ember afirma que alcanzar el “pico” de emisiones fósiles en el sector eléctrico es un hito crucial en la transición mundial hacia una economía limpia y electrificada, “pero lo más crítico es lo que ocurra después”, explica. Para lograr el rápido descenso de las emisiones que se requiere en esta década, es necesario acelerar el despliegue de la energía eólica y solar. En concreto, según la consultora, triplicar la capacidad renovable mundial para 2030 es la principal medida que pueden tomar los gobiernos para encaminar al mundo hacia una senda de 1,5C.
En ese sentido, en el primer semestre de este año, la eólica y la solar fueron las dos únicas fuentes de electricidad que aumentaron significativamente su cuota de electricidad mundial, hasta el 14,3% en el primer semestre de 2023, frente al 12,8% del mismo periodo del año pasado.