Está claro que el transporte por carretera tiene la diana de los gobiernos para intentar frenar las emisiones contaminantes a la atmósfera. En la Unión Europa y en Estados Unidos, dos de las grandes potencias mundiales, ya hay planes conocidos para electrificar el parque automovilístico, tanto de turismos como de transporte pesado.
Uno de los argumentos de peso en contra de estas medidas tiene un tinte más comparativo: ¿por qué no llevan estas mismas exigencias a otros medios de transporte igual o más contaminantes como los barcos o los aviones? Una cuestión un tanto polémica.
La última actualización hecha por la Agencia Internacional de Energía (IAE) en su hoja de ruta ‘Net Zero’ nos trae una serie de gráficos interesantes de analizar y que corroboran el trato diferente que están sufriendo los diferentes sectores de movilidad.
Según este informe de la IAE, el transporte por carretera tiene unos objetivos de reducciones de emisiones acumuladas más ambiciosos: 16% frente al 5% de la aviación y el transporte marítimo.