Bloomberg calculó allá por 2016 que si cada vehículo eléctrico desplaza 15 barriles al año, para 2023 habría 2 millones menos de barriles de crudo al día. La Agencia Internacional de Energía, por su parte, calculaba hace dos años que esa cifra aumentaría a cinco millones de barriles para 2030.
Lo cierto es que la propia cabecera económica ha publicado recientemente otro informe en el que ese cálculo que hizo en 2016 no iba desencaminado: "Se espera que los vehículos eléctricos y de pila de combustible eviten casi 1,8 millones de barriles de petróleo por día en 2023, o alrededor del 4,1% de la demanda del sector del transporte por carretera".
Esto ha llevado a Bloomberg NEF a aumentar exponencialmente sus pronósticos, y en base a ello para 2023 los vehículos eléctricos y los de la pila de combustible -aún minoritarios- desplazarán 12,4 millones de barriles de petróleo por día para 2035; 20 millones para 2040.
Pero aunque instituciones como la Agencia Internacional de Energía pronostiquen que la demanda de petróleo se irá decelerando en 2024, la demanda mundial alcanzó un nuevo récord en 2023, con más de 102 millones de barriles consumidos cada día, casi la mitad de ellos en vehículos.
El caso es que estamos en 2024, la última cumbre del clima ha estado patrocinada por el cártel de productores de petróleo, no se ha llegado a ningún acuerdo de calado para disminuir el consumo de combustibles fósiles y no hay colapso del mercado petrolero. Pero ciertamente el vehículo eléctrico está tomando protagonismo en la movilidad de todo el mundo y los cálculos de la cabecera económica no iban desencaminados.