BMW y Mercedes no renunciarán a la combustión tradicional ni a corto ni a medio plazo, agotarán el plazo que ha fijado la Unión Europea para el cese de la combustión tradicional. El nuevo jefe de Audi también seguirá esta línea, retrasando la llegada de nuevos eléctricos. El objetivo no es solo contentar a los clientes, esconde una estrategia contra las marcas chinas.
2023 ha sido un año clave para las marcas chinas que se han adentrado con fuerza en el mercado europeo poniendo sus nuevos modelos a la venta y echando más presión sobre las marcas europeas. Un año en el que también los eléctricos estaban llamados a ser verdaderas estrellas pero que, desde la segunda mitad del año, han ido en caída libre a pesar de que las cifras de unidades vendidas han superado a las del año anterior.
A ello se suma que los países han ido recortando las ayudas a la compra. Europa ha dado una tregua también a las marcas con una norma de emisiones Euro 7 más laxa de lo que se esperaba, y todavía hay tiempo para que se retrase el cese definitivo de la combustión más allá de 2035. A pesar de que un buen número de marcas se transformará en los próximos años, las lujosas de BMW y Mercedes ya han confirmado que no se desharán de los térmicos hasta que no sea realmente obligatorio.