31 ene 2024

Tras el estallido de la burbuja europea de las renovables en 2023, hay motivos para volver a ser optimistas este año


Wood Mackenzie analiza las razones para volver a estar ilusionados con las energías limpias europeas en 2024

Es probable que los tipos de interés de los bancos centrales se reduzcan tras dos años de subidas agresivas. “Los retrasos en la inversión han provocado una acumulación de capital, con un apetito inversor por las oportunidades que ofrecen la energía y las renovables en toda Europa. Aunque es posible que los tipos bajen más despacio de lo que la mayoría de los observadores desean, esperamos que las perspectivas de aterrizaje suave con el restablecimiento de los tipos de interés estimulen de nuevo la actividad inversora”, añade McCarthy.

Aunque el sentimiento inversor ha cambiado y, entretanto, los combustibles fósiles han vuelto a ponerse de moda en cierta medida al volver a priorizarse la seguridad energética, la transición energética y la inversión en energías limpias no se han ralentizado. En 2023 se invirtieron 1,7 billones de dólares en energías limpias (AIE), un 65% más que en combustibles fósiles, y a medida que se acelere la transición energética esta diferencia seguirá aumentando. Wood Mackenzie prevé la construcción de 710 gigavatios (GW) de nueva capacidad eólica, solar y de almacenamiento de energía en toda Europa solo hasta 2030.

Además, las vías de acceso al mercado de las energías renovables también se están reabriendo. Las administraciones públicas están revisando al alza los precios máximos de las subastas para volver a poner en el mercado la capacidad eólica y solar que tanto se necesita. Por ejemplo, tras la ausencia de ofertas exitosas en 2023, el Gobierno del Reino Unido está aumentando el precio máximo de su subasta de energía eólica marina en un 66%, de 44 £/MWh a 73 £/MWh, para estimular de nuevo el mercado.

Los mercados de PPA también se fortalecerán. Los volúmenes de PPA de energía solar volvieron en 2023 tras una caída en 2022, debido a un mercado incierto con importantes cambios políticos como los impuestos extraordinarios y las presiones de los precios altos. Por otro lado, los volúmenes de PPA eólicos siguen cayendo, con una prima de costes frente a la solar y plazos de desarrollo más largos. Sin embargo, a medida que estos problemas disminuyan, este mercado también debería recuperarse en 2024.

Frente a esta visión optimista de Wood Mackenzie, existen algunos riesgos que podrían dar al traste con las previsiones. “Todas las miradas esperan una aceleración de las reducciones de los tipos de interés. Si no se materializan, el mercado retrocederá. Los mercados de energía renovable en Europa siguen estando agónicamente acoplados a los precios del gas, fijando el precio subyacente de la energía. Y otro acontecimiento inquietante en la geopolítica mundial podría tener consecuencias perjudiciales en los precios de la energía para este sector y frenar este repunte tan necesario”, concluye McCarthy.