Un hijo de padre español huido de la extinta República Democrática de Alemania (RDA) se ha hecho con una de las posiciones más influyentes para pensar el futuro económico del país del canciller Olaf Scholz. Se llama Rafael Laguna de la Vera. Nació en 1964, en la ciudad de Leipzig. Allí ha fundado una de las organizaciones en las que a buen seguro muchos pueden apostar para ver cómo afronta Alemania los convulsos tiempos que desafían a la gran economía de Europa. Esa organización es la Agencia Federal para la Innovación Disruptiva (SPRIND).
“Las disrupciones en la innovación son innovaciones que cambian permanentemente nuestras vidas” y “pueden crear un mercado completamente nuevo, cambiar un mercado existente de forma tan fundamental que se cree un ecosistema completamente nuevo o que resuelva un problema tecnológico, social o ecológico”, explican en esa organización alemana fundada por Laguna de la Vera.
Desde esa posición en SPRIND, Laguna de la Vera publicaba en una de las últimas ediciones de este año de la revista Focus un “Manifiesto para Alemania”. Ese texto está firmado también por Cyriac Roeding, empresario afincado en Silicon Valley, la cuna de las empresas tecnológicas estadounidenses, y cofundador de una empresa de biotecnología. En dicho manifiesto se presentan ocho puntos para convertir a Alemania en uno de los tres referentes en el panorama global de la innovación.
Entre ellos figuran “masivas inversiones” en áreas como la inteligencia artificial, las biotecnologías, la fusión nuclear, la computación cuántica, la robótica, la tecnología espacial o la tecnología en el ámbito de la salud.
También giran esos ocho puntos en torno a la idea de mantener y atraer el talento alemán que actualmente presta su ingenio para otras empresas de sectores de futuro. El manifiesto también habla de la adaptación y mejora del sistema educativo, la digitalización, el apoyo del Estado a la Investigación y el Desarrollo así como la creación de un “Fondo Soberano Alemán”.
“El objetivo es convertir Alemania en una nación conocida por sus avances pioneros y sus empresas innovadoras, en un país que invierte en un futuro brillante y no se limita a reaccionar ante el presente”, se lee en el texto publicado en Focus.
“Ahora mismo estamos en una tormenta perfecta, porque Alemania pudo mantenerse donde está gracias a los precios de la energía barata. Pero ahora la energía es más cara, y cuando pasa eso las industrias que utilizan mucha energía tienden a marcharse. Tenemos que volver a conseguir energía barata, y no somos lo suficientemente rápidos en sustituir el gas ruso”, expone Laguna de la Vera, sin olvidarse de cómo afecta el 'invierno demográfico a Alemania, circunstancia que causa la falta de mano de obra cualificada, y unas inversiones infraestructuras que han sido dejadas de lado durante años.