Los precios de las baterías en China están cayendo drásticamente, y las implicaciones de esta tendencia están comenzando a sentirse en el mercado automovilístico, con vehículos eléctricos más competitivos que nunca antes. Y aunque China es la mayor beneficiada, tiene implicaciones diversas para toda la industria.
En los últimos doce meses, el precio de las celdas de baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) ha caído un 51% en China, alcanzando un promedio de 53 dólares por kilovatio-hora (kWh), según un estudio publicado por Bloomberg. En 2023, el precio medio a nivel global de estas baterías fue de 95 dólares por kWh.
Hay otro dato interesante en el estudio publicado por BloombergNEF que muestra cómo los precios spot están ahora mucho más cerca de los costes de fabricación estimados. Es decir, los márgenes de beneficio de los fabricantes también se han reducido. Según Bloomberg, a fecha de marzo de 2024, el coste de fabricación para una batería LFP es de 44,4 dólares por kWh.
Estos precios tienen también importantes implicaciones para el sector del almacenamiento de energía, concretamente para las baterías estacionarias. Este puede ser uno de los sectores más beneficiados, pues añadir almacenamiento de energía a gran escala es mucho más competitivo con estos precios.