Con la transición hacia las bajas emisiones de carbono ya en marcha, las empresas tradicionales se enfrentan a una difícil disyuntiva: preservar la estabilidad a corto plazo aferrándose a los modelos de negocio existentes o embarcarse en una larga transición intensiva en capital para ponerse al nivel de los pioneros. Esta nota de investigación aprovecha datos históricos y retrospectivos para cuantificar los ingresos desplazados y captados de 28 fabricantes de automóviles y 27 empresas eléctricas estadounidenses, debido a la implantación de productos con bajas emisiones de carbono entre 2015 y 2022.
BloombergNEF ha desarrollado escenarios contrafactuales que representan lo que habría sucedido a los mercados automovilísticos mundiales y a los mercados energéticos estadounidenses si los vehículos eléctricos, la energía eólica y la energía solar nunca hubieran alcanzado la madurez comercial. Comparamos estos resultados previstos con los datos históricos reales de 2015-2022 para revelar el impacto de la transición en los ingresos de las empresas.
Es probable que los cambios de ingresos entre operadores tradicionales y disruptores se aceleren a medida que la energía eólica y solar y los vehículos eléctricos se generalicen. En EEUU, BNEF estima que las soluciones con bajas emisiones de carbono desplazaron 78.000 millones de dólares en ingresos de las empresas eléctricas y automovilísticas tradicionales en 2022. Para 2025, este desplazamiento de ingresos se habrá más que duplicado, alcanzando los 203.000 millones de dólares.
En 2023, las inversiones mundiales en transición hacia una economía baja en carbono alcanzaron los 1,8 billones de dólares, la energía solar y eólica representó el 14% de la generación mundial de electricidad y el 18% de los coches vendidos eran eléctricos.