Las emisiones globales de CO2 relaionadas con la energía alcanzaron su punto máximo en 2024, según el Energy Transition Outlook de DNV. Esta caída se produce en un momento en que solar y baterías son más baratas, lo que contribuye a eliminación gradual del carbón y a la desaceleración del crecimiento del petróleo. Sin embargo, DNV advierte de que la disminución prevista de las emisiones es insuficiente para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, ya que espera que las temperaturas globales aumenten en 2,2 gradps Celsius para fines de siglo.
La energía solar y las baterías están impulsando la transición energética, creciendo más rápido de lo previsto”, dijo Remi Eriksen, presidente de DNV. “El pico de emisiones es un hito para la humanidad, pero ahora hay que centrarse en la rapidez con la que disminuyen las emisiones, y utilizar las herramientas disponibles para acelerar la transición energética”.
Las renovables, como un tiro
Las instalaciones solares aumentaron un 80% el año pasado, superando en costo al carbón en varias regiones. Los precios de las baterías también cayeron un 14% lo que hace que la energía solar las 24 horas y los vehículos eléctricos (VE) sean más accesibles. El aumento de VE, que crecieron un 50% el año pasado, limitó aún más la demanda de petróleo, especialmente en China, que vio un pico en el consumo de gasolina.