En lo que respecta al objetivo de reducción de gases de efecto invernadero (GEI), aumenta la ambición: en el primer PNIEC el objetivo era -23% GEI para 2030; en este segundo PNIEC el objetivo es -32% (ambos porcentajes con respecto a lo emitido en 1990). El objetivo de consumo final de energía renovable sube al 48% (con un 81% de la generación de electricidad), y el de eficiencia energética mejora hasta el 43% (antes 41,7%).
En total, este nuevo PNIEC cuenta con un total de 110 medidas, de las cuales 42 son nuevas o actualizadas, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que subraya, por otro lado, que el Plan se adecúa así al contexto vivido en los últimos años con la pandemia, la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania o la aceleración en tecnologías, como con el hidrógeno renovable (recuérdese que triplica objetivo, de 4 GW en electrolizadores a 12).
Igualmente –añaden desde Transición Ecológica–, la propuesta de revisión está en consonancia con otros documentos de planificación o estrategia en materia de medio ambiente, como el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, el Plan Estratégico Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad o la Planificación Hidrológica, afianzando y potenciando la agenda verde del país.