22 oct 2024

La UE tendrá que afrontar pérdidas multimillonarias si no actúa con mayor coherencia ante el cambio climático

La UE cuenta con un marco sólido para abordar el impacto del cambio climático, pero resulta problemático llevar a la práctica las políticas de adaptación. Así lo advierte el Tribunal de Cuentas Europeo en un
nuevo informe en el que plantea que exponer la economía actual de la UE a un calentamiento global de 1,5 a 3 °C supondría una pérdida económica anual de entre 42.000 y 175.000 millones de euros.

Así, constataron que aunque más de la mitad de los proyectos auditados abordaban eficazmente los riesgos climáticos, había casos en los que las prioridades eran contradictorias: a los objetivos de adaptación al cambio climático se sumaban otros distintos, como la competitividad o el desarrollo regional.

Algunos ejemplos de mala adaptación son el fomento del riego para cultivos que demandan mucha agua en lugar de cambiar a otros menos intensivos, o la inversión en cañones artificiales de nieve que ahorren energía, en lugar de centrarse en el turismo desestacionalizado. Además, algunos proyectos, como rellenar las playas con arena, solo ofrecen una solución a corto plazo.

Como la adaptación es transversal, la financiación de la UE procede de varias fuentes, como las de agricultura, cohesión e investigación, lo que dificulta su trazabilidad. “Hace falta mejorar los informes de adaptación: hoy no se puede evaluar los avances en este campo en los Estados miembros, ya que son muy descriptivos y carecen de datos cuantificables”, concluyen los auditores.

“La adaptación al cambio climático no es una respuesta de emergencia única, sino una serie de medidas de prevención, protección y preparación para adaptarse a los fenómenos climáticos reales o previstos y sus efectos”, explican. Y recuerdan que UE publicó su primera estrategia de adaptación ya en 2013 y una segunda en 2021, confirmando la alta vulnerabilidad de la UE al cambio climático.