La compañía ve como la factura total del escándalo de las emisiones podría llegar a superar los 25.000 millones de dólares (unos 23.250 millones de euros).
Y es que el nuevo pago se suma a los 17.500 millones que tuvo que abonar en 2016 para resolver diversas demandas civiles y a la multa de 4.300 millones que acordó pagar el pasado 11 de enero tras declararse culpable de conspirar para defraudar al Gobierno y a los consumidores mediante la manipulación de motores diésel.