Políticas regulatorias basadas en análisis coste-beneficio y elaboración de metodologías.
Afortunadamente, los análisis coste-beneficio se han convertido en una parte fundamental de los procesos estatales de fijación de tarifas para el autoconsumo. La mayoría de estos análisis, ya sean realizados por reguladores, laboratorios nacionales o universidades, concluye que los beneficios económicos del balance neto superan los costes y que, en general, es un beneficio neto para las compañías distribuidoras y para los consumidores domésticos.
Los estudios realizados por los reguladores estatales concluyen que la energía solar proporciona un beneficio público sustancial porque;
- reduce los precios de la electricidad, debido al desplazamiento de fuentes de energía más caras,
- reduce la contaminación atmosférica y climática,
- reduce los costes del sistema de redes,
- reduce la necesidad de construir más plantas eléctricas para satisfacer el pico de demanda,
- estabiliza los precios y promueve la seguridad energética.
Estos costes evitados representan un beneficio neto para los consumidores domésticos que no autoconsumen.