Nadie discute que la transición será renovable, ¿pero en manos de quién ponemos las renovables? La tecnología, la digital también, está cambiando la forma de producir y distribuir la energía. La gestión de la demanda, la eficiencia, el almacenamiento harán que los picos de demanda desaparezcan y por lo tanto no sean necesarias las llamadas tecnologías de respaldo. Y sobre todo la tecnología ha permitido que generar y distribuir energía esté al alcance de nuevos actores (personas, PYMES, cooperativas). La energía se ha democratizado.
Pongamos otras cuestiones claves que están cambiando y de forma irreversible nuestro modelo energético: ya no seremos personas consumidoras pasivas, sino que la digitalización nos convertirá en personas usuarias activas.