“Un alto peso de la parte fija de la tarifa en detrimento de la variable produce un efecto de alargar los plazos de amortización de las instalaciones [de autoconsumo]. De hecho, aumentar el término fijo sería equivalente (desde el punto de vista de la señal de precios al consumidor) a la reimplantación del llamado impuesto al Sol” (UNEF, 11 de septiembre de 2019). El término fijo de potencia pesa hoy en España un 40% en la factura, cuando la media europea oscila en torno al 22, 23. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) quiere subir ese peso hasta el 91. El 10 de noviembre hay elecciones generales.