A juzgar por las previsiones de Bloomberg NEF el descenso de los precios va viento en popa. En un informe publicado el pasado mes de diciembre, la consultora publicaba los datos de una encuesta sobre precios de las baterías.
Estaban por encima de 1.100 dólares por kWh en 2010, y que, tras haber caído un 87% en términos reales había llegado a los 156$/kWh en 2019.
Para 2023, los precios medios estarán cerca de los 100$/kWh.
Según BNEF, “la reducción experimentada en 2019 se debe al aumento del tamaño de los pedidos, el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos y la penetración continua de baterías de alta densidad. Los nuevos diseños y la caída de los costes de fabricación reducirán los precios en el corto plazo”.
La encuesta pronostica que cuando la demanda acumulada supere los 2 TWh en 2024, los precios caerán por debajo de los 100$/kWh. Ese es el precio estimado para que los vehículos eléctricos comiencen a alcanzar la paridad de precios con los vehículos de combustión.
Estaban por encima de 1.100 dólares por kWh en 2010, y que, tras haber caído un 87% en términos reales había llegado a los 156$/kWh en 2019.
Para 2023, los precios medios estarán cerca de los 100$/kWh.
Según BNEF, “la reducción experimentada en 2019 se debe al aumento del tamaño de los pedidos, el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos y la penetración continua de baterías de alta densidad. Los nuevos diseños y la caída de los costes de fabricación reducirán los precios en el corto plazo”.
La encuesta pronostica que cuando la demanda acumulada supere los 2 TWh en 2024, los precios caerán por debajo de los 100$/kWh. Ese es el precio estimado para que los vehículos eléctricos comiencen a alcanzar la paridad de precios con los vehículos de combustión.
El análisis de BNEF revela que ya está en marcha el círculo virtuoso por el cual, a medida que las baterías se abaratan, más sectores se electrifican. Lo que conducirá a una mayor diferenciación en las especificaciones de esas baterías, con aplicaciones comerciales y de alta gama que miren más la vida útil y los ciclos de carga que las continuas bajadas de precios. “Pero para el despliegue masivo del coche eléctrico, el objetivo más crítico seguirá siendo el de conseguir baterías con precios bajos”.