Un pequeño aumento en la exposición prolongada a partículas en suspensión de 2,5 micras (PM2,5) conduce a un gran aumento en la tasa de mortalidad por Covid-19, hasta 20 veces mayor que la observada para el resto de causas de mortalidad. Es la principal conclusión de un estudio llevado a cabo por expertos del Departamento de Bioestadística de la Universidad de Harvad (Boston, Estados Unidos).
Los resultados del estudio revelan que un aumento de solo un microgramo por metro cúbico (1 μg/m3) en PM2,5 se asocia con un aumento del 15% en la tasa de mortalidad de Covid-19. Los autores creen que estos resultados “son estadísticamente significativos y sólidos para los análisis secundarios y de sensibilidad”. Y subrayan la importancia de seguir haciendo cumplir las regulaciones existentes sobre la contaminación del aire para proteger la salud humana durante y después de la crisis COVID-19.
Es conocido que la contaminación en sus diversas formas tiene impacto en los sistemas del organismo humano. Se habla lo primero del sistema respiratorio y luego, desde el punto en que las PM2.5 pasan al torrente sanguíneo, también del sistema circulatorio. A partir de ahí todos los aparatos y órganos se ven afectados y, cómo no, el sistema inmune. Desde siempre se ha sabido que la contaminación afectaba negativamente a la resistencia a todo tipo de infecciones, tanto por episodios puntuales como por exposiciones prolongadas a contaminantes. Este sería el caso de Madrid y Barcelona, donde los estudiosos se están preguntando porqué las poblaciones de estas dos grandes ciudades están mostrándose más vulnerables a la epidemia. Tiempo y estudios habrán que demuestren este efecto así como el efecto positivo de la caída de la contaminación durante el tiempo que dure el confinamiento. Por ejemplo, se notará en los rendimientos agrígolas?