De acuerdo con el primer informe sobre las perspectivas mundiales de las energías renovables, Global Renewables Outlook, publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el avance de una transformación energética basada en las energías renovables constituye una oportunidad para cumplir los objetivos climáticos internacionales y a la vez impulsar el crecimiento económico, crear millones de empleos y mejorar el bienestar humano de aquí al 2050.
El informe demuestra que la inversión en actividades con bajas emisiones se amortizaría con creces, con un ahorro ocho veces superior a los costos, si se tiene en cuenta la reducción de las externalidades ambientales y sanitarias. Una ruta segura para el clima requeriría una inversión acumulada en materia energética de 110 billones de USD para 2050, pero para conseguir una neutralidad total en las emisiones de carbono habría que sumar otros 20 billones de USD.
El informe también examina las rutas de transición energética y socioeconómica en 10 regiones del mundo. Pese a la diversidad de rutas, se espera que todas las regiones registren mayores cuotas de uso de la energía renovable, con el Sudeste Asiático, América Latina, la Unión Europea y África Subsahariana a punto de alcanzar cuotas de entre el 70 y 80 por ciento de sus fuentes de energía combinadas para el 2050. Asimismo, se espera un incremento generalizado de la electrificación de usos finales, como la calefacción y el transporte, superándose el 50 por ciento en Asia Oriental, América del Norte y gran parte de Europa. Además, todas las regiones mejorarían considerablemente su bienestar y registrarían aumentos netos de empleo en el sector energético, a pesar de las pérdidas en los combustibles fósiles. Sin embargo, el incremento del empleo regional en el conjunto de la economía se distribuye de manera desigual. Si bien el crecimiento del PIB regional registraría una variación significativa, la mayoría de las regiones pueden esperar ganancias.