25 sept 2021

Desmontando el oligopolio eléctrico

Llama la atención que las recientes medidas del Gobierno para abaratar el precio de la electricidad no se haya traducido en un fuerte empuje al autoabastecimiento y las comunidades energéticas, sin duda parece que habrá apoyos a partir de los fondos Next Generation, pero también sin duda se han perdido y se están perdiendo años y años sin que se tome como una política de Estado la necesidad de cubrir todos y cada uno de los tejados de este país con placas solares.

Empezamos por este tema concreto porque es una de las cuestiones claves para aumentar niveles de competencia para escapar del oligopolio energético. La idea de aplicar políticas y medidas económicas adecuadas para un futuro descentralizado de la energía, es muy potente, recordemos que todavía tenemos una tasa de dependencia energética (energía que importamos de otros países) del orden del 73%, una de las mayores de toda la UE; y a este respecto, el autoconsumo y las comunidades energéticas vendrían a reducir nuestras demandas de electricidad de las redes en un 20-25% si podemos acceder a tejados o fachadas solares, piensen también en la España rural, naves industriales, etc.; además, estas instalaciones no tendrían impactos significativos sobre ecosistemas y paisajes como otras instalaciones masivas de fotovoltaicas o eólicas

Alemania acaba de conseguir alcanzar dos millones de tejados solares con una insolación algo mayor que la mitad de España[1]. El primer millón de tejados solares se podría alcanzar en 2025 o incluso antes, implicaría 17.603 hectáreas, supondría una potencia instalable de 10.400 MW y una energía producible de 15.500 GWh/año con periodos de recuperación de la inversión de 5 a 7 años (que con los precios actuales de la energía serían más cortos) y se llegaría a 7,45 millones de personas abastecidas por energía solar y generarían empleo del orden de 15.532 personas. Otros informes como el de idealista y CIEMAT llegan a resultados similares, pensando en los 25 millones de tejados que existen en España. Otros artículos científicos de la academia arrojan resultados también muy prometedores para España y para ciudades también, como el caso de Madrid o Valencia. (+)