Franta, que está cursando una licenciatura en derecho y un doctorado en Stanford, se encuentra entre una pequeña cohorte de investigadores que rastrean la propaganda de la industria de los combustibles fósiles. Estos historiadores, científicos sociales y activistas han documentado hasta qué punto las principales compañías petroleras sabían que sus productos estaban cambiando el clima ya en la década de 1960 , y cómo invirtieron decenas de millones de dólares en sembrar dudas sobre la ciencia durante la década de 1990.
"No quiero ser demasiado tonto, pero una vez que comienzas a ver estos anuncios una y otra vez, ves que surgen los elementos comunes", dijo Franta a Insider.
Así que para él estaba claro que alrededor del año 2000, las empresas de combustibles fósiles cambiaron las tácticas de marketing. Después de décadas de negación, giraron para culparnos a usted y a mí de la crisis climática.
Franta señaló una campaña publicitaria de Chevron de 2007 llamada "¿Te unirás a nosotros?" Cada cartel mostraba el rostro de una persona y una promesa: promesas como "Dejaré el coche en casa más" y "Por fin conseguiré un termostato programable". En letra pequeña, Chevron describe sus propias iniciativas para ser energéticamente eficientes.
En el sitio web ahora desaparecido de la campaña, los usuarios podían incluso hacer promesas como compartir el automóvil para trabajar unos días a la semana, y una calculadora les diría cuántos DVD podrían ver con la energía ahorrada.
"El marco es: 'No, las empresas somos las buenas. Estamos trabajando en el problema y queremos que usted, el consumidor, se una a nosotros en nuestros esfuerzos positivos'", dijo Franta.
Este enfoque - decirle a la gente que resuelva una crisis cambiando sus propios hábitos - es una táctica corporativa probada y verdadera, iniciada por las industrias del tabaco y del plástico. Ahora, los gigantes de los combustibles fósiles como Chevron, BP y ExxonMobil han gastado millones para convencer al público de que las elecciones de los consumidores y los cambios en el estilo de vida resolverán el problema.
"Cuando la gente piensa en la crisis climática, es casi natural pensar en acciones individuales", dijo a Insider Denali Nalamalapu, especialista en comunicaciones de la organización climática 350.org. "Lo cual es muy conveniente para las corporaciones de combustibles fósiles".
Pero en este punto, los cambios en el estilo de vida personal no cambiarán la crisis climática. Un informe de la Agencia Internacional de Energía, que establece un camino hacia un sistema energético de emisiones netas cero para 2050, estima que los cambios de comportamiento individuales solo representarían alrededor del 4% de las reducciones necesarias.