Madrid no es California, pero vive su particular fiebre del oro: la Comunidad detalla que tiene en estudio 26 proyectos privados para construir plantas solares en la región, 15 de ellos tan grandes como para extenderse también por otras regiones, como Castilla-La Mancha. Si se hicieran todos, las obras moverían más de 1.000 millones de euros, según documentación pública. Es un cambio radical de paradigma. Madrid ha sido hasta ahora un agujero negro energético: consume mucha más energía de la que produce, y de esta solo un 5,4% es solar fotovoltaica, según datos de Red Eléctrica Española. Hasta ahora. La fiebre del sol ha llegado a Madrid.
El cambio es de época. Hasta ahora, las megacentrales solares estaban en Extremadura, Murcia o Andalucía. De llevarse a cabo, varios de los proyectos de Madrid podrían entrar en el top-10 de los que más extensión ocupan en España. Todo, pese a que apenas se ha apostado hasta ahora por este tipo de infraestructuras en la región.
Está pasando en Madrid, como en toda España. La caída de precios de las renovables y el fin de la moratoria en los puntos de acceso y conexión, unidos al impulso de la Unión Europea, han alimentado el bum de la energía solar. En Madrid no hay oro, como en California, pero sí sol y terrenos para capturar sus rayos.