El descontrol de los precios de la electricidad dispara las dudas entre inversores y empresas de la rentabilidad que existe sobre el despliegue de renovables frente a las fuentes de energía tradicionales.
La crisis eléctrica que vive Europa ha provocado un terremoto en consumidores, Estados, empresas e inversores. El efecto sobre la factura de la luz, su impacto sobre la inflación y las medidas de urgencia de los gobiernos para frenar esta sangría han torpedeado la senda verde en la que están inmersas las grandes compañías para cumplir los objetivos de descarbonización de la economía.
Este escenario compromete el atractivo que habían encontrado los inversores. “¿Quién va invertir ahora en renovables con este escenario?”, comenta un alto directivo de una energética con un gran posición en renovables. “Si hay que pagar 80 o 100 euros/MWh de renovables, cuando el gas se paga 20 y el carbón 60 euros/mwh, el plan de descarbonización de la Unión Europea está en riesgo. El gas y el carbón son ahora más atractivos que las renovables”, insiste.
Los mercados de gas europeos siguen atrapados desde hace meses entre sus bajos niveles actuales de almacenamiento, la fuerte demanda de gas natural licuado (GNL) desde Asia y una reducción de los suministros por gasoducto desde Rusia y Noruega. “Los precios diarios registran máximos históricos y los futuros para este invierno han subido un 200% y superan los 70 euros/MWh”, recuerdan los analistas del Grupo ASE.
En España, las centrales de ciclo combinado que utilizan este gas se han convertido en septiembre en la principal fuente de generación del mix con el 26%, desplazando a la nuclear (24,3%) a la segunda posición. El carbón, por su parte, ha generado el 2,5% del mix frente al 1,6% de agosto y el 1,4% de julio. La fotovoltaica y la eólica han generado de forma conjunta en este mes el 21,9%.