En 2020, la generación de energía nuclear se desplomó por un margen sin precedentes de más de 100 TWh (a excepción de las secuelas inmediatas de los eventos de Fukushima en 2011-2012), mientras que la capacidad nuclear operativa neta crecía en 0,4GW alcanzando un nuevo pico a mediados de 2021, según el último Informe sobre el estado de la industria nuclear mundial 2021 (WNISR2021).
En términos generales, la energía nuclear ha estado estancada durante 30 años. WNISR señala que el parque mundial de 415 reactores es 23 menos que el pico de 2002 de 438, pero la capacidad nuclear y la generación han aumentado marginalmente debido a la mejora de la potencia y a la construcción de reactores más grandes.
Pero hay una gran diferencia con la situación de hace 30 años: la flota de reactores era joven entonces, ahora es vieja. La edad media de la flota mundial de reactores sigue aumentando y, a mediados de 2021, alcanzó los 30,9 años. La edad media de los 23 reactores cerrados entre 2016 y 2020 fue de 42,6 años.
El año pasado, la generación nuclear en los EEUU disminuyó en un 3.6 por ciento al nivel más bajo desde 2012, mientras que la energía eólica aumentó en un 14 por ciento y la solar en un 22 por ciento.
La generación nuclear de Francia cayó un 12 por ciento en 2020, señala WNISR, al nivel más bajo en 27 años. Con los servicios públicos cargados de deudas, las enormes responsabilidades por el desmantelamiento y la gestión de residuos, una flota de reactores envejecida y un aumento catastrófico de los costos de los nuevos reactores, la situación es desoladora.
Por último, el informe WNISR detalla el progreso lento e inestable de los pequeños reactores modulares. El informe señala que “los reactores modulares pequeños (SMR) obtienen mucha cobertura de los medios, algo de dinero público, pero hasta ahora no están disponibles comercialmente y no lo estarán hasta dentro de 10 a 15 años, si es que alguna vez lo están. Los proyectos piloto en Argentina, China y Rusia han sido decepcionantes”.
En el informe WNISR2021, coordinado por Mycle Schneider, han participado trece expertos interdisciplinarios de Canadá, Francia, Alemania, Japón, Líbano, EEUU, Ucrania y Reino Unido, de los mejores think tanks como Chatham House en Londres y prestigiosas instituciones académicas como Harvard en Cambridge, Meiji en Tokio, Universidad de Nagasaki, Universidad de Columbia Británica y la Universidad Técnica de Berlín.